jueves, 28 de enero de 2010

El mundo de hoy

Cada mañana que despierto me doy cuenta que en el mundo esta pasando algo muy grave, parece que toda la gente se ha olvidado de lo que realmente es importante.

Hoy en día la mayoría de las personas tienen un pensamiento en común, "dinero", esta simple palabra hace maravillas, hace el mundo girar, pero ¿por que hemos caído tan bajo pensando que esos pedazos de papel cambiaran nuestras vidas? La respuesta es muy simple, el dinero abre puertas que siempre han estado cerradas, una vida llena de lujos, de placeres, de glamur, lo que toda persona "sueña", vaya desengaño el que se llevan cuando se dan cuenta que realmente eso no era lo que esperaban.

Es muy triste ver cuanta avaricia hay en la gente, en vez de ir dando pasos hacia adelante vamos retrocediendo, pues el dinero solo aleja del amor.

Pero ¿que podemos hacer? este mundo ha caído tanto en lo material, en lo superficial, en la vanidad, en la corrupción y en muchas otras cosas que parecen que no tienen solución.

Mientras hay millones de niños muriendo de hambre en todo el mundo, hay millones de personas comprando diamantes carísimos en vez de ayudar con ese dinero a estos niños, familias y pueblos necesitados; y si nos ponemos a pensar realmente en lo que es un diamante, al menos queridos lectores, para mi es solo una piedra, es un mineral, algo que la madre tierra nos regala y alguien "inteligente" decidió hacer negocio con ellas y empezar a venderlas en cantidades que cada vez van mas haya de lo inimaginable.

Entonces nosotros somos los únicos capaces de cambiar esta situación, tomemos una mínima parte de nuestro tiempo para valorar lo que tenemos, para unirnos que juntos lo podemos lograr lo que queramos (la solución llega en base de la unión), hablemos y si nadie nos escucha gritemos, pero no hay que callar, que nuestra voz se haga escuchar, entendamos que atrás de un monitor jamás va a estar la solución y entonces podremos comprender que la vida vale mas de lo que cualquiera pueda imaginar.



“Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.” Mahatma Gandhi